Este proyecto pretende caracterizar a nivel clínico y molecular una nueva vía etiopatogénica de desarrollo de melanoma que afecta a pacientes sin factores de riesgo conocidos asociados.
El melanoma es la neoplasia cutánea que más muertes produce en el mundo y es considerado como uno de los cánceres más agresivos dado que tumores de pequeño tamaño pueden ocasionar la muerte (hasta un 14% a los 5 años en los tumores menores de 4 mm de espesor). El melanoma cutáneo no acral está relacionado con la exposición solar excesiva y se desarrolla con mayor frecuencia en personas que tienen unas características cutáneas específicas. Estas denotan una mayor tendencia a la proliferación de los melanocitos y/o una mayor sensibilidad al daño que produce la radiación ultravioleta sobre las células, lo que se expresa clínicamente con un número elevado de nevus melanocíticos y un fototipo claro de piel, respectivamente. Sin embargo, al igual que ocurre con otras neoplasias, existen melanomas que se desarrollan en un contexto en el que no se pueden identificar factores de riesgo. Esto es, hay pacientes que desarrollan un melanoma cutáneo no acral y que tienen fototipos altos, con pocos o ningún nevus melanocítivo, ni antecedentes familiares de melanoma o de quemaduras solares. En un estudio piloto previo, observamos que estos melanomas se presentaban preferentemente en las piernas de mujeres jóvenes.